Quieres que te cuente cómo gané casi 100 millones de pesos en fondos de inversión para la puesta en marcha de mi negocio de moda? Sigue leyendo y entérate cómo lo logré en menos de un año.
Primero debo contarte, cómo llegué al desconcertante pero fascinante mundo del emprendimiento. Después de 13 años de trabajar para diferentes compañías, cualquier día quedé sin empleo, gracias a una cirugía que tuve de imprevisto y que requería de una incapacidad de un mes.
Creo que has escuchado esta historia muchas veces, la mayoría de emprendedores nacemos de una necesidad. La oferta laboral es incierta, envías cientos de hojas de vida y asistes a unas cuantas entrevistas, que resultan en dos variables, o estás sobrevalorado para el cargo que aplicas o no cumples con los complicados estándares de los empleadores y gestores de talento humano. Es entonces cuando decides que debes utilizar tu talento al servicio propio y te preguntas: si he de lograr que las empresas para las que trabajo ganen dinero, ¿por qué no puedo hacerlo para mi propio beneficio?.
El mundo de la moda siempre llamó mi atención desde la infancia, crecí viendo telas y vestidos. Y esto es algo que te queda grabado siempre en tu memoria. Y se preguntarán, por qué no estudié Diseño de Modas?, simplemente porque esta profesión no era tan valorada antes como lo es ahora, y era precisamente en mi familia y circulo de amigos, considerada «para gente que no le gustaban las matemáticas». Así de limitante era la percepción en ese entonces.
Dadas las opciones empecé estudiando Ingeniería Industrial y honestamente, fui una estudiante mediocre. Por la sencilla razón, de que no me gustaba lo que estaba haciendo, por tanto, no ponía todo mi interés ni mi capacidad al 100%. Mi segunda opción profesional, sí era algo que me gustaba y mucho, Comunicación Social y Periodismo. Siempre he disfrutado de la lectura y escritura, así que seguro sería una estudiante destacada.Y así lo fue, mantuve un promedio de 4.0 puntos en toda la carrera. Más adelante hice dos especializaciones, una en Gerencia de Publicidad y otra en Mercadeo, donde también obtuve promedios destacables.
Mi experiencia laboral iba en ascenso, pasaba de un trabajo a otro mejorando mis ingresos y conocimientos en diferentes temas. Nunca me conformaba, así que aunque tuviera un «buen puesto», siempre estaba pensando cómo llegar al siguiente nivel. Extraje lo mejor de mis jefes y de las empresas para las cuales laboré. Y este es un consejo que quiero dejarles en este post, no se motiven sólo por el salario, cuando entren a una empresa piensen qué pueden aprender o qué relaciones interpersonales pueden establecer para el resto de su vida, eso es lo que les quedará.
Volviendo al tema de este artículo, les cuento cómo gané casi 100 millones de pesos para mi negocio en menos de un año. Llegué cualquier día con un proyecto a la unidad de emprendimiento de la Universidad EAN, en la cual quedaron bastante sorprendidos por el avance de mi investigación.
Ese mismo día me dijeron: tu trabajo esta bastante adelantado, ¿te arriesgarías a presentarlo HOY mismo ante la junta directiva de la universidad? Quedé perpleja ante el ofrecimiento, pero instintivamente dije que sí. Hablar ante una junta no era un obstáculo para mi, pues todo el tiempo lo hacía en mis anteriores trabajos. Debo agradecer que esos empleos me formaron para ese preciso momento.
Realicé la presentación, hubo cuestionamientos y aclaraciones que tuve que responder, pero al final del ejercicio qué creen? Me otorgaron $30.000.000 para la puesta en marcha de mi negocio. Dinero que utilice en equipos, licencias y publicidad para THECLOSET.CO, mi emprendimiento.
Pero saben, cuál fue el mayor beneficio de ese dinero? Que gracias a esos recursos, pude asistir a dos ferias internacionales, la IFEMA en Madrid-España y el E-Commerce Paris en Francia. Aproveché este viaje también para conocer Milán, considerada una de las ciudades más relevantes en el tema de moda a nivel mundial.
Por cierto, nadie me dijo que utilizara el dinero para asistir a esas ferias, yo simplemente decidí que parte de ese capital sería invertido en mi formación y fortalecimiento empresarial. El dinero como llega se va, los conocimientos y experiencia obtenidas quedarán en mi para siempre.
Posteriormente, continué con mi proyecto en marcha y me postulé a otro fondo de capital semilla. Esta vez fue Fondo Emprender del SENA, que todos los años abre convocatorias para apoyar nuevos emprendimientos. Haber ganado un anterior premio y estar respaldada por una unidad de emprendimiento universitaria, es una gran ventaja, pues vas conscientemente preparado para este reto.
Fue después de un trabajo intenso de casi 3 meses de investigación y desarrollo, que postule mi proyecto y esta vez, fui financiada con $63.000.000 para capital de trabajo de mi negocio. Todo esto ocurrió en menos de un año.
Mi consciencia acerca de la profesión cambió por completo, pasé de ser empleada a convertirme en una emprendedora y es un título que hoy luzco con todo orgullo. Cuando te retas y cumples un objetivo, ya nunca vuelves a ser el mismo. Es un poco adictivo, siempre deseas ir por más.
Por eso, evito perder el tiempo y me mantengo siempre en búsqueda de nuevas oportunidades. Mientras tus amigos se van de rumba y dedican sus fines de semana al esparcimiento, yo frecuentemente estoy en mi computador enterándome de nuevas convocatorias y oportunidades de formación.
Muchas personas piensan que he tenido suerte y ciertamente no lo creo. Yo misma he fabricado las circunstancias para estas oportunidades. Tengo claro mis objetivos, me ocupo de trabajar en mi propósito de vida consistentemente y el universo ha conspirado para que las cosas se realicen. Como dijo algún día Pablo Picasso, la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando.
Esta es la historia de cómo llegue al maravilloso mundo del emprendimiento, no ha sido una tarea fácil pues requiere de muchos sacrificios. Pero si estás verdaderamente enfocado en lo que quieres lograr, las cosas se dan tarde o temprano. Algunas metas requieren más tiempo que otras, pero estoy segura que los resultados llegan en el momento perfecto.
Hoy te invito a que desempolves ese sueño que hace rato tienes escondido, que te atrevas a ser feliz haciendo lo que realmente te gusta. A que sueñes en grande, porque la vida es un ratico como dice Juanes y tu felicidad no es negociable con nadie.
Genial !! Muy inspiradora tu historia, quisiera hacerte algunas preguntas y ponerme en contacto contigo,tengo un desprendimiento en el sector moda
Gracias Erika, puedes escribirnos al correo contacto@thecloset.co
Saludos!