¿Deseas construir un sueño propio o trabajar para cumplir el de alguien más? Más allá de la convicción de ser empresario, emprender es una opción de vida para quienes asumen este reto. Tomar la decisión de iniciar un negocio, implica un esfuerzo profesional, personal y familiar, que requiere de mucha determinación. El emprendimiento como meta particular, demanda pasión, entrega, responsabilidad, constancia, compromiso, visión y actitud triunfadora, entre otros aspectos.
Emprender es también una decisión, que motiva a construir un sueño propio. Ese objetivo y meta que se desea alcanzar y cuya promesa es la satisfacción personal. Este propósito no es fácil de alcanzar, requiere de tiempo y trabajo duro. Sin embargo, la mayoría de quienes han alcanzado el éxito, aseguran que es un camino que vale la pena recorrer.
¿Ser empresario o empleado?
Es la pregunta más recurrente para profesionales y especialistas en la actualidad. La vida de un empresario es incierta, la de un empleado “segura”. ¿Cuál de las dos opciones es la mejor?, esto dependerá de la vida que se quiera vivir.
El emprendimiento no obstante implica fracasos, errores y desmotivaciones las cuales son necesarias para edificar un proyecto de vida y construir los cimientos del éxito. A lo largo del camino, se quedarán los emprendedores que no se adapten, que renuncien al objetivo; pero al final sólo llegarán los que se conviertan en empresarios, en vencedores.
¿Cómo se puede empezar a emprender?, la respuesta más sencilla es descubriendo nuevas necesidades, eso que el mercado no tiene, pero que el mercado requiere. Ideas existen muchas, pero sobresaldrán aquellas que además de satisfacer una necesidad, generen valor, promuevan el cambio y despierten interés.
Cualquiera puede ser empresario, señala Robert T. Kiyosaki en su libro “10 lecciones que todo emprendedor debe saber para construir su negocio”: Con un poco de iniciativa cualquiera puede ser empresario. Tu trabajo consiste en decidir qué tipo de empresario quieres ser: la niñera o Henry Ford.[1]
Iniciar un negocio impone entonces el auto-conocimiento del líder, reconocer sus debilidades, aptitudes y fortalezas; reinventarse continuamente, buscando nuevas oportunidades en el mercado; capitalizar el aprendizaje, sacando provecho de la experiencia y finalmente; cultivar un buen nombre, una positiva reputación al servicio de la empresa.
¿Construir un sueño propio o trabajar para cumplir el sueño de alguien más?, es un cuestionamiento que todos deberíamos hacernos. De la respuesta que encontremos dependerá nuestro futuro.
[1] Rich Dad´s Antes de renunciar a tu empleo: 10 lecciones que todo emprendedor debe saber para construir su negocio. Prisa Ediciones, Pag. 65.
Por: Milena Mendoza – Editora THECLOSET.CO